La crisis actual: crisis de superproducción de capital

Superpoblacion y crisis general de superproduccion absoluta de capital

Por el debate sobre la causa y naturaleza de la crisis actual
giovedì 20 luglio 2006.
 

Sumario

Introducción

  1. ¿Hay actualmente una crisis en curso?
  2. La fase imperialista
  3. Las crisis de la fase imperialista y las crisis del siglo XIX estudiadas por marx
  4. Crisis generales y crisis economicas
  5. La teoria de la crisis general de superproduccion absoluta de capital
  6. Crisis general de superproduccion absoluta de capital y tendencia decreciente de la cuota de ganancia
  7. Superproduccion de mercancias y superproduccion de capital
  8. Superpoblacion y crisis general de superproduccion absoluta de capital
  9. El capital financiero y la crisis de superproducción absoluta de capital
  10. El papel revolucionario de las contradicciones objetivas y el papel revolucionario de la iniciativa subjetiva
  11. Dominar la teoria de la crisis actual y transformarla en linea politica

Superpoblacion y crisis general de superproduccion absoluta de capital

En la crisis de superproducción absoluta de capital, ¿se forma o aumenta la superpoblación (es decir la población que el capital no emplea en el proceso productivo, que para el capital es "superflua", que debe sobrevivir buscándose la vida como puede)? Ciertamente. Ante nuestros ojos desfila un espectáculo de millones de hombres excluidos de la producción, considerados como "excedentes", superfluos, carne humana que, si desapareciera de la circulación, haría un servicio a la burguesía imperialista (aunque al mismo tiempo, existiendo, le haga el servicio de ayudar a mantener bajos los salarios y, a largo plazo, disminuir el valor de la fuerza de trabajo). Solamente en los países de la OCDE, las estadísticas gubernamentales calculan que hay 35 millones de parados y 15 millones de subempleados (29). A despecho de las tesis tercermundistas, millones de hombres, sobre todo jóvenes, son empujados por las condiciones materiales (más que por las incitaciones culturales, por la propaganda o por la moda que sobre esta base material se desarrollan y gracias a la cual son eficaces), a buscar, no importa cómo, una identidad, una función social que ya no puede ser la de realizarse en el trabajo productivo que el capital les niega, a desear desaparecer, a abrirse camino a expensas de los demás o aceptar desaparecer, a "matar" o a "suicidarse" (30). Esto constituye un poderoso factor en la transformación política y cultural que esta crisis está produciendo en todos los intersticios de la sociedad.

Pero la superpoblación es solamente una manifestación de la crisis actual (31), no la causa de la misma. Hay crisis no porque los parados no pueden comprar bienes de consumo; al contrario, los capitalistas despiden obreros (y por tanto fabrican parados) porque no llegan a vender "suficientemente", así pues porque, después de todo (como hemos visto más arriba), no invierten "bastante". Es verdad que los parados no pueden comprar mercancías y que como consecuencia de esto reducen por tanto la demanda de mercancías, al igual que es cierto que los despidos y las reducciones salariales no son una solución ni ponen fin a la crisis, sino que la aceleran. Pero, ¿por qué los capitalistas no invierten "suficientemente"? Porque si invirtieran hasta emplear a toda la población disponible, el trabajo excedente o no retribuido arrancado disminuiría en lugar de aumentar. Los capitalistas sienten pánico, aunque lo expresen de forma espontánea, a ese límite al que naturalmente tienden; no lo reconocen, pero lo perciben de múltiples formas (competitividad insuficiente, ganancias insuficientes, etc.).

La causa de la crisis no reside tampoco en que haya demasiados trabajadores ni en el hecho de que la población sea demasiado numerosa, y que, por tanto, sea necesario disminuirla un poco o reducir el número global de horas de trabajo desarrolladas en una sociedad.

Todo esto prueba también que las prestaciones por desempleo, que permiten a los parados comprar mercancías, son un remedio eficaz para saciar el hambre de los parados (los trabajadores las reclaman con toda la razón), pero no pueden poner fin a la crisis, porque la causa de la crisis no está en la disminución de la demanda de mercancías por parte de los parados. Esto demuestra que la "solución de la crisis", propuesta por los reformistas (prestaciones, etc.), es ineficaz, una ilusión, al igual que lo es la solución propuesta y puesta en práctica por los reaccionarios: la austeridad recomendada e impuesta por el FMI, las reducciones salariales y de plantillas (desde que una reducción termina, enseguida se hace otra necesaria), etc. Los despidos como los contratos, la reducción de salarios (y de jubilaciones, etc.) al igual que su incremento no provocan más que una mayor agravación de la crisis en esta sociedad: la crisis no puede encontrar solución en el contexto de las relaciones políticas y culturales actuales (32).


Notas:

29. Este hecho desmiente las tesis tercermundistas. Algunos compañeros se hacen también eco de ellas inconscientemente ante el intento de la burguesía imperialista de movilizar a las masas de los países imperialistas contra los pueblos de las semi-colonias, como si éstos "fueran la causa de nuestra ruina".

30. No se trata de condenar, alentar o justificar una u otra actitud. No somos ni curas ni jueces. Se trata de comprender el origen material de la crisis cultural en curso a fin de identificar y separar las tendencias positivas, que es preciso apoyar, de las tendencias negativas que hay que combatir, a fin de acometer a fondo todo el trabajo de transformación que permiten las condiciones materiales.

31. Todo el ruido que arman las principales instituciones imperialistas (de la ONU a los EEUU, al FMI, etc.) acerca de la superpoblación del planeta (ruido que ha tenido como caja de resonancia la conferencia de El Cairo sobre población y desarrollo, celebrada del 5 al 13 de septiembre de 1994) es solamente una defensa del modo de producción capitalista que no tiene necesidad de millones de trabajadores. Es una propaganda para preparar a los "pueblos civilizados" de los países imperialistas para la guerra de exterminio de los "pueblos no civilizados" y prolíficos de las semi- colonias; es una propaganda para movilizar a algunas clases de los países imperialistas para la eliminación de los sectores marginados que la misma crisis produce. Es una propaganda encaminada a preparar a los trabajadores de los países imperialistas para que acepten sacrificios, porque "ellos se encuentran en una mejor situación" que los trabajadores de los países semi- coloniales (aunque cada sacrificio hasta ahora aceptado, suponga también la ruina para los trabajadores de las semi-colonias). La falta de recursos naturales es proclamada descaradamente en medio de una situación de superproducción de mercancías y de superabundancia de materias primas, de recursos alimenticios y de productos energéticos.

32. El resultado es que los diferentes programas "para salir de la crisis" propuestos a las masas por los adeptos del economismo son ilusorios y engañosos. Estos programas se circunscriben a algunas medidas económicas que las autoridades burguesas deberían tomar (por ejemplo: la reducción general de la jornada de trabajo, programas públicos sobre trabajos "socialmente útiles", etc.). Tras estas medidas la crisis debería cesar. La propaganda que hacen de los mismos los adeptos deleconomismo tiene como efecto real dividir a los trabajadores interesados por una determinada medida económica de los que se ven perjudicados por ella y desviar a los trabajadores de la lucha por el socialismo.