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EiLE - Presentación / La Voce / Sumario


¡Celebremos también este año las dos fiestas más queridas por los trabajadores de nuestro país: el 25 de Abril, la Fiesta de la Liberación del nazifascismo, la Fiesta de la Victoria de los Partisanos y de la Resistencia sobre los nazifascistas, y el 1º de Mayo, el Día Internacional de los Trabajadores de todo el mundo!

Comunicado CC 07/10 - 25 April 2010

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¡Avanzar organizadamente en la guerra popular revolucionaria que hará de Italia un nuevo país socialista!

 

¡Por el renacimiento del movimiento comunista internacional sobre la base del marxismo-leninismo-maoísmo, luchar contra el dogmatismo y el economicismo!

 

¡Apoyar a las clases explotadas en lucha por su emancipación, y a los pueblos oprimidos que combaten contra el imperialismo por su liberación del sistema imperialista mundial!

 

¡Apoyar en nuestro país el renacimiento del movimiento comunista y la construcción del Nuevo Poder en torno al (nuevo) Partido Comunista Italiano!

 

¡Crear las condiciones para que las Organizaciones Obreras y las Organizaciones Populares formen un gobierno de emergencia, el Gobierno de Bloque Popular!

 

¡Aplastar en su nacimiento los “ensayos de fascismo”, y combatir cualquier forma de movilización reaccionaria de las masas populares!

 

¡Eliminación de los Campos de Internamiento y Expulsión (CIE) ¡Alto a la discriminación racial! ¡Vivan los trabajadores inmigrantes que se organizan y luchan!

 

¡Proteger y mejorar el medio ambiente y el planeta!

 

¡Ningún trabajador debe ser despedido!

 

¡Ninguna empresa debe ser cerrada! ¡Proporcionar a toda empresa todo lo necesario para su funcionamiento!

 

¡Las empresas contaminantes deben ser reconvertidas para una producción sana y útil!

 

¡Trabajo digno para todo adulto!

 

¡Condiciones de vida dignas para todos!

 

¡Alto a las expediciones militares! ¡Alto al apoyo al imperialismo USA y al sionismo de Israel!

 

Celebramos la Fiesta de la Liberación y el Día Internacional de los Trabajadores, aunque muchos de nosotros estemos sin trabajo, muchos en cassa integrazione[1], ó con “contrato de solidaridad”, ó bajo varias formas de horario y salario reducido; muchos sujetos a un trabajo precario ó totalmente “en negro”, trabajando en condiciones malsanas, con un salario insuficiente ó en condiciones lamentables. La fase final de la crisis general del capitalismo nos golpea todos, directa ó indirectamente, haciendo más difícil la vida y las relaciones sociales a todas las masas populares. La crisis ambiental se une a la crisis económica: contaminación y “desastres naturales” de todo género (de las erupciones volcánicas a corrimientos de tierra, inundaciones, maremotos, etc.) en gran medida causados por la incuria de las autoridades ó por la ausencia de medidas preventivas, de mantenimiento ó de mejora que son técnicamente conocidas y factibles. La prolongación del capitalismo genera a gran escala, a nivel de masas, una grave crisis intelectual y moral, crisis de identidad, comportamiento enfermizos y criminales, malestar y rechazo de la existencia: un malsano retroceso a gran escala de toda la humanidad, a un nivel nunca antes conocido. Muchos pueblos están sometidos a la guerra, a las agresiones, a los saqueos y las ocupaciones, a las “guerras de baja intensidad”, en regímenes de asesinatos selectivos y secuestros planeados por las potencias y los grupos capitaneados por los imperialistas de EE.UU. y los grupos sionistas de Israel. Nuestro país está cada vez más contaminado y embrutecido por los “ensayos de fascismo”, por las medidas racistas de las autoridades estatales y locales encabezados por la banda Berlusconi, la Liga Norte ó por el Partido Democrático, por las acciones criminales de los grupos fascistas, por los Campos de Internamiento y Expulsión (CIE) para inmigrantes pobres, por las expulsiones en el mar ó en las fronteras, por la caza racista del inmigrante, por las iniciativas oscurantistas y criminales del Vaticano y su Iglesia. La clase dominante alimenta en las clases populares, por todos los medios y en todos los sectores, la criminalidad, el racismo, el embrutecimiento, la ignorancia, la evasión de la realidad, la cobardía, el individualismo. Una nube de barbarie que procede de la burguesía y del clero amenaza a toda la humanidad, en nuestro país y en el resto del mundo, más mortal para la humanidad que la nube del volcán islandés.

 

Precisamente porque estamos sometidos a esta amenaza y porque, por otra parte, las masas populares disponen potencialmente de los medios intelectuales y morales para liberarse, este año las dos celebraciones son particularmente importantes para nosotros los comunistas. Debemos usarlas para hacer surgir de entre las masas populares esa potencialidad.

 

Las dos fiestas son ocasiones para reunirse, para reforzar nuestra unidad sobre la base de la concepción comunista del mundo, el marxismo-leninismo-maoísmo sintetizado en el Manifesto Programma del (nuevo) PCI (documento que se encuentra disponible en italiano y en inglés en la página web del (n)PCI)[2]; para recoger los mejores y más generosos  elementos de la clase obrera y del resto de las masas populares de que favorezcan el renacimiento del movimiento comunista y refuercen el Nuevo Poder que se enfrentará a una  República Pontificia en proceso de putrefacción; para difundir y mejorar las condiciones para la rápida constitución de un gobierno de emergencia que ponga de forma inmediata remedio al menos a los efectos más graves de la crisis del capitalismo y de la crisis ambiental, y corte así el camino a la movilización reaccionaria de las masas populares.

 

Es posible hacer frente a la barbarie que avanza, invertir el curso de las cosas, retomar el camino de progreso que la humanidad ha recorrido durante siglos, progreso al cual la primera ola de la revolución proletaria había impreso un potente impulso a gran escala, progreso del cual la humanidad ha sido separada por la crisis del movimiento comunista. Es preciso únicamente el renacimiento del movimiento comunista. Sobre la base del marxismo-leninismo-maoísmo ese renacimiento es totalmente posible: depende sobre todo de la iniciativa y de  la generosidad de cada uno de nosotros, los comunistas.

 

En resumen, debemos hacer del 25 de Abril y del 1º de Mayo momentos de recolección de fuerzas y de relanzamiento de la lucha para hacer de Italia un nuevo país socialista, y contribuir así a la segunda ola de la revolución proletaria que avanza en todo el mundo. Debemos hacer de ellas ocasiones para crear condiciones de constitución de un Gobierno de Bloque Popular.

 

Algunos compañeros se preguntan cómo es posible que las Organizaciones Obreras y las Organizaciones populares puedan constituir un Gobierno de Bloque Popular, si la banda de criminales y especuladores reunidos en torno a Silvio Berlusconi y a  la racista Liga Norte de su cómplice Umberto Bossi, han ganado las elecciones, y tienen en sus manos el Parlamento y otras instituciones de la República Pontificia, y hasta incluso el PD colabora con la banda de Berlusconi.

 

Los gobiernos de emergencia no se constituyen siguiendo los procedimientos habituales. La banda de Berlusconi está en la vía de la disolución: la rebelión de Fini y sus secuaces es sólo la primera señal, y habrá más. Porque ni las organizaciones criminales de las que Berlusconi es el jefe y portavoz político, ni el Vaticano, tienen una línea para hacer frente a la crisis. Por su naturaleza  son sólo organismos parasitarios, capaces de absorber la riqueza producida en la sociedad burguesa, pero incapaces de organizar esa sociedad burguesa para producir riqueza. Cuando quede claro que la banda de Berlusconi, ni siquiera con la complicidad de la Liga Norte de Umberto Bossi, no consigue tener en sus garras el país y asegurar el orden público, la clase dominante, el Parlamento actual y las demás instituciones de la República Pontificia se verán en la necesidad, violentándose a si mismas, de   implantar un gobierno capaz de hacerlo. No será la primera vez que un Parlamento, elegido con una determinada orientación, vota gobiernos de una inclinación totalmente diferente. ¡El miedo da alas! En julio de 1960 el mismo Parlamento que había votado el gobierno de Tambroni apoyado por el MSI del criminal fascista Almirante, ¡votó un gobierno apoyado abiertamente por el antifascista Nenni y con el aval a escondidas del revisionista Togliatti![3]

 

Si las Organizaciones Obreras y Populares exigen por una parte con fuerza y firmeza que las necesidades elementales para una vida digna de las masas populares sean satisfechas, no consintiendo un “orden público” basado en el paro y en la miseria, haciendo así de la lucha contra la crisis un problema de orden público, y por otra existe la voluntad ó, al menos, la  disposición para asumir el gobierno del país, para poner inmediatamente solución por lo menos a los efectos más desastrosos de la crisis, la misma clase dominante, a falta de otra solución, estará ampliamente dispuesta a un gobierno de emergencia similar. Cierto que lo hará con el propósito y el objetivo de recuperar el control de las cosas ó una vez que la situación se calme ó cuando haya creado las condiciones que todavía no existen, con el objetivo de  un gobierno terrorista, un gobierno de movilización reaccionaria de las masas populares que lance  una parte de la población contra la otra, y que lleve a todo el conjunto a participar en el saqueo de otros países. Dependerá de nosotros impedir que estos propósitos del Vaticano y de la burguesía se hagan realidad. Pero esta será una fase siguiente, una fase diferente de la guerra popular revolucionaria, que concluirá con la instauración del socialismo en nuestro país.

 

La situación actual no puede durar por tiempo indeterminado. La fase terminal de la crisis está haciendo imposible la vida a millones de trabajadores y a sus familias. La crisis elimina a gran escala puestos de trabajo, asalariados y autónomos. Las masas populares no pueden tolerar que este desarrollo de las cosas siga por tiempo indefinido. Las masas populares están formadas por aquellos que consiguen vivir solamente si tienen un trabajo.

 

Cierto, podemos y debemos imponer al poder medidas de amortiguación social de todo tipo. Hoy, la cantidad de dinero en circulación es enorme, prácticamente ilimitada. Cuando las autoridades dicen que no hay dinero para amortiguadores sociales, mienten. Estos amortiguadores serán tanto más abundantes cuanto más provoquemos en la clase dominante y a sus representantes el miedo de perderlo todo. Pero  estos amortiguadores sociales son una solución que no puede durar indefinidamente. Un país no puede consumir sin producir, a menos que viva a costa de otros países, a menos que someta, explote y saquee otros países.

 

El sistema de los amortiguadores sociales, efectuados simplemente mediante la extracción de dinero del sistema monetario contiene en sí mismo su límite. Podemos y debemos imponérselos a la burguesía, pero no ponen fin a la crisis. A largo plazo, ó ponemos fin a la burguesía y a su crisis ó la burguesía pondrá fin a estos amortiguadores sociales. Para la burguesía, el clero y los ricos, son un remedio contra natura: en efecto, son contrarios a su naturaleza, van contra todo su sistema de relaciones.

 

En la sociedad burguesa, el dinero es de los ricos, de sus instituciones y de la Iglesia. O lo gastan para sus propias necesidades, placeres, lujos y derroches,  ó lo invierten como capital, para aumentarlo. Incluso evaden los impuestos que oficialmente debieran pagar, y que imponen a los trabajadores. Berlusconi es el mejor ejemplar de esta gente: especulador, corruptor, evasor fiscal, excelente cliente de los paraísos fiscales. Cuando prestan su dinero al Estado, los ricos quieren beneficiarse, en comisiones y en intereses. Un sistema con los suficientes amortiguadores sociales, gestionado extrayendo dinero del sistema monetario de acuerdo con los ricos significa que el Estado debe tomar dinero a crédito, prestado por ellos mismos, debe aumentar el déficit  y la deuda pública  debe pagar comisiones e intereses siempre más altos. Cuanto más dinero deba el Estado tomar a crédito, mayores son los intereses y las comisiones que los ricos exigen.

 

El gobierno griego muestra de modo ejemplar que hacen los gobiernos burgueses.

 

En las próximas semanas, el gobierno griego tiene que hacer frente al vencimiento de cuarenta mil millones de euros, de los ochenta mil que financieros y especuladores le han prestado hasta ahora (y por los cuales viene pagando desde hace años ingentes intereses y comisiones). Financieros y especuladores están dispuestos a conceder nuevos préstamos al gobierno griego, pero a condición de incrementar las usuras en las comisiones y en los intereses.

 

Oficialmente exigen intereses del 10% (en contraste con los intereses oficiales del 3% que obtienen prestando dinero al gobierno federal alemán), pero teniendo en cuenta las comisiones y los gastos de colocación de los préstamos, el interés oficial del 10% se convierte en un 15% ó mas sobre el importe que el gobierno griego recibe realmente. Por otro lado, un gobierno griego que no devolviera los préstamos en los plazos determinados no recibiría absolutamente nada a crédito, y se vería obligado a adoptar medidas de emergencia en la economía y esto sería también una señal para otros países: los financieros y los especuladores de todo el mundo y sus Estados se verían en graves aprietos Todo su sistema monetario, bancario y financiero se pondría patas arriba. Por ello, los gobiernos de las mayores potencias imperialistas están sobre ascuas, y el sábado 24 de Abril se reunieron en Washington precipitadamente. Quieren tirar de la cuerda, de modo que el gobierno griego asuma costes aún más altos, los más altos que consiga imponer a los obreros, a los empleados públicos y privados, a los pensionistas, a los trabajadores y a las masas populares griegas. Pero también tienen miedo de que la cuerda se rompa, que las masas populares griegas digan ¡basta!, que den “el mal ejemplo” a las masas populares de otros países, que las masas populares derroquen los poderes al servicio del sistema monetario y al sistema imperialista, que precipiten una nueva crisis financiera mundial. Por tanto, aunque sea con titubeos, han decidido conceder un préstamo en condiciones menos gravosas que las pedidas por los especuladores y financieros, para que el gobierno griego pueda restituir en los debidos plazos los préstamos a los especuladores y a los financieros. Pero es una medida provisional, y no puede llegar a ser universal ni puede prolongarse mucho en el tiempo. Y ¿cómo ofrecer a los especuladores y financieros una manera de “invertir con un beneficio justo” el dinero que el gobierno griego devolverá?

 

La burguesía y el clero no tienen otra salida que no sea la de la guerra civil y la guerra imperialista, un régimen terrorista y de guerra. Pero no están todavía preparados para ello: una parte importante de la burguesía y del clero son totalmente contrarios, recordando los riesgos del pasado. Las Organizaciones Obreras y Populares deben aprovecharse del camino sin salida en el que se encuentran actualmente la burguesía y el clero. Deben luchar por constituir un gobierno de emergencia que traduzca en ejecuciones concretas las siguientes seis medidas generales:

 

1.     Asignar a todas las empresas objetivos productivos (ya sean de bienes ya de servicios) útiles y adaptados a su naturaleza, siguiendo un plan nacional (ni una sola empresa debe cerrar).

2.     Distribuir los productos a las familias y a los individuos, a las empresas y a la colectividad siguiendo planes y criterios claros, universalmente conocidos y democráticamente elegidos.

3.     Asignar a cada individuo un trabajo socialmente útil  y asegurarle, a cambio de una cuidada ejecución, las condiciones necesarias para una vida digna y para su participación en la gestión de la sociedad (ni un sólo trabajador debe ser despedido, ni un sólo individuo debe ser marginado).

4.     Eliminar actividades y producciones inútiles y dañinas para el ser humano ó para el ambiente, asignando otros objetivos de producción a las empresas.

5.     Iniciar la reorganización de  relaciones sociales diferentes,  de acuerdo con la nueva base productiva y el nuevo sistema de distribución.

6.     Establecer relación de colaboración e intercambio con otros países dispuestos a establecerlas con nosotros.

 

Este gobierno de emergencia, constituido por los organismos y los personajes que ya gozan de una cierta autoridad entre los obreros y las masas populares, y que tienen su apoyo, es el Gobierno de Bloque Popular (GBP).

 

No es nuestro gobierno, pero los comunistas debemos impulsar con todas nuestras fuerzas la constitución de ese tipo de gobierno, y convencer (con la línea de masas y mediante el método del engranaje[4] las Organizaciones Obreras y Populares para que procedan a constituirlo, lo apoyen  y éste se ponga a su servicio, para que  difundan y  pongan en práctica con eficacia y empeño  las medidas y procedimientos acordados por el nuevo gobierno, aplastando el sabotaje de las fuerzas más reaccionarias de la burguesía y del clero. Sólo quien no está convencido de sus ideas no se atreve a establecer compromisos con corrientes, grupos e individuos con los cuales no está de acuerdo al cien por cien, con los cuales pueda hacer solamente un trozo del camino. Los comunistas estamos seguros de nuestras razones y de nuestras concepciones, y estamos seguros de poder llevar la revolución socialista hasta el final. Estamos seguros de que la experiencia práctica y su ejecución a gran escala por el Gobierno de Bloque Popular demostrará a las amplias masas populares las razones que, por ahora, son sólo patrimonio nuestro y de pequeños grupos, grupos en cualquier caso aún insuficientes para que la instauración del socialismo sea un objetivo inmediato. Hará progresar con rapidez el renacer de movimiento comunista. Llevará  a la segunda fase de la guerra popular revolucionaria de larga duración que estamos llevando a cabo, y que es la única estrategia realista y eficaz para instaurar el socialismo.

 

La Fiesta de la Liberación y el Día Internacional de los Trabajadores debemos utilizarlos para potenciar las condiciones de constitución de ese tipo de gobierno:

 

-              difundiendo a gran escala entre las masas la convicción de que no hay otra vía de salida de la actual crisis que no sea la de la constitución de un gobierno de emergencia y que un Gobierno de Bloque Popular puede dar soluciones a los problemas más graves que hacen difícil la vida de las masas,

-              multiplicar las organizaciones de las masas; que nazcan por doquier y que por cualquier causa, objetivo ó pretexto se multipliquen las Organizaciones Obreras y Populares.

-              favorecer por todos los medios la coordinación entre las Organizaciones Obreras y Populares a nivel local, regional, entre regiones y a nivel nacional, de modo que lleguen a ser capaces de gobernar todo el país y cualquier aspecto de su vida.

 

¡Los Comités del Partido deben saber convencer de las buenas razones de nuestra línea a todos aquellos que ya están convencidos de que la instauración del socialismo es la única vía positiva y definitiva de salida de la crisis en curso, movilizándoles para reforzar las condiciones favorables a la constitución de un Gobierno de Bloque Popular!

 

¡Avancemos en la afiliación de los obreros avanzados en el Partido!

 

¡Avanzar en la guerra popular revolucionaria de larga duración!

 

¡Atacar de forma sistemática a la banda Berlusconi y a sus dirigentes! ¡No permitamos que nos impresionen ni nos confundan sus sucias maniobras!

 

¡Las Organizaciones Obreras y las Organizaciones Populares deben luchar por un gobierno de emergencia! ¡La constitución del Gobierno de Bloque Popular es totalmente posible!

 

¡Promover la constitución, multiplicación y el reforzamiento de las Organizaciones Obreras y Populares, y su coordinación: la constitución de Redes!

 

¡Reclutar en los Comités clandestinos del Partido a los promotores y animadores de las Organizaciones Obreras y Populares más avanzados!

 


 

[1] Cassa Integrazione Guadagni, ó más brevemente cassintegrazione ó CIG es una institución legal vigente en Italia y creada en 1947, mediante la que las empresas de dimensiones superiores a un cierto nivel y de algunos sectores, cuando deben parar su producción por reestructuraciones u otros motivos de suspensión temporal previstos en la ley, reciben del Estado, a través del INPS (Instituto Nazionale Providenza Sociale) el pago del 70%  del salario a aquellos trabajadores suspendidos de trabajo. En la práctica, esta institución es un medio de enmascaramiento del desempleo. Actualmente existen alrededor  de un millón y medio de trabajadores en CIG, que no son computados como desempleados, pero que difícilmente volverán nunca a trabajar en la empresa de la formalmente son todavía dependientes. Por ello, el porcentaje de desempleo en Italia es oficialmente más bajo que en Francia y en otros países.

[2] Página web: http://www.nuovopci.it
  Dirección de las ediciones en lenguas extranjeras: http://www.nuovopci.it/eile/indeile.htm

[3] En 1915 y en Italia, el Parlamento pacifista votó el gobierno Salandra a efectos de entrar en la Guerra Mundial, a causa de la fuerza de los movimientos a favor de la guerra que se desarrollaban en el país. En la Francia de 1940, el Parlamento  en el cual era mayoritario  el Frente Popular voto a favor de la concesión de plenos poderes al mariscal Petain. En Italia, en 1943, el Gran Consejo fascista votó la devolución al Rey del mando de las fuerzas armadas, destituyendo a Mussolini. En 1958, en Francia, y frente a la revuelta en Argelia, el Parlamento votó el gobierno De Gaulle. Los ejemplos históricos son innumerables. Las condiciones de un gobierno nuevo y radicalmente diferente se crean en el país, y posteriormente, si es necesario, las instituciones que formaban el antiguo gobierno lo legalizan, dando forma legal al nuevo. Los legalistas piensan que la vida política se desarrolla siempre según las leyes y las constituciones. ¡En la realidad, no es así! ¡Las instituciones dan apariencia legal a los cambios que la clase dominante considera que no puede sofocar de forma inmediata!

[4] Este método puede compararse con el efecto que una rueda dentada tiene con otra mayor, y esta a su vez con otra más grande; de esta manera, el partido puede actuar sobre una pequeña parte de las organizaciones populares, ó sobre la “izquierda” de otras. Posteriormente, estas pequeñas organizaciones, actuarán sobre otras de mayor alcance, y así sucesivamente.  El Partido potencia con éste método genérico su principal tarea en esta fase: la acumulación de las fuerzas revolucionarias.  Una explicación más extensa (en italiano)  puede verse en el Nº 34 de La Voce, (http://www.nuovopci.it/voce/voce31/metdleve.html).