La crisis actual: crisis de superproducción de capital

La teoria de la crisis general de superproduccion absoluta de capital

Por el debate sobre la causa y naturaleza de la crisis actual
giovedì 20 luglio 2006.
 

Sumario

Introducción

  1. ¿Hay actualmente una crisis en curso?
  2. La fase imperialista
  3. Las crisis de la fase imperialista y las crisis del siglo XIX estudiadas por marx
  4. Crisis generales y crisis economicas
  5. La teoria de la crisis general de superproduccion absoluta de capital
  6. Crisis general de superproduccion absoluta de capital y tendencia decreciente de la cuota de ganancia
  7. Superproduccion de mercancias y superproduccion de capital
  8. Superpoblacion y crisis general de superproduccion absoluta de capital
  9. El capital financiero y la crisis de superproducción absoluta de capital
  10. El papel revolucionario de las contradicciones objetivas y el papel revolucionario de la iniciativa subjetiva
  11. Dominar la teoria de la crisis actual y transformarla en linea politica

La teoria de la crisis general de superproduccion absoluta de capital

La teoría de la crisis general de superproducción absoluta de capital trata de explicar la causa y la naturaleza de la crisis económica actual (de la cual se deriva la actual crisis política, que caracterizamos como situación revolucionaria en desarrollo, y la actual crisis cultural). Con respecto a la superproducción absoluta de capital, Marx dice solamente (capítulo XV, libro III de El Capital, redactado en 1865 en forma de escritos no preparados todavía para la impresión, revisados por Engels y publicados por él mismo en 1894) que era una tendencia inevitable del capitalismo, una situación en la que el capitalismo se encontraría empantanado tarde o temprano a causa de la tendencia decreciente de la cuota de ganancia, con lo cual se crearían las condiciones de su reemplazamiento por el socialismo, primera etapa (o etapa inferior) del comunismo (19). Marx comprendió, pues, a través del análisis de las leyes que rigen el desarrollo del modo de producción capitalista, que el capitalismo se dirigía hacia un límite, que el desarrollo del capitalismo, entonces todavía en expansión (a pesar de las crisis cíclicas decenales), llegaría a un punto muerto, a una crisis debida a un límite en su posible desarrollo, un límite que residía en la misma naturaleza del capitalismo y que provocaría su crisis histórica. Dado que este tipo de crisis no se había todavía producido, Marx no disponía todavía de datos empíricos. Por ello se limitó a caracterizarla como el punto final teórico del capital; teórico, en el sentido en que, en 1865, el capitalismo todavía no lo había alcanzado, pero la teoría (es decir, el conjunto de las leyes, descubiertas y expuestas por Marx, que rigen el desarrollo del modo de producción capitalista en el tiempo) mostraba que, si no desaparecía antes, tarde o temprano alcanzaría ese límite. Con ello Marx hizo en el campo de la ciencia del movimiento económico de la sociedad lo que otros hicieron, por ejemplo, en el campo de la astronomía, en la que una correcta teoría dialéctica (es decir, del movimiento) permitió prever la existencia de algunas estrellas, el paso de ciertos cometas, etc., antes de que estos mismos fenómenos pudiesen ser observados.

Para los representantes revolucionarios del movimiento socialista de comienzos del siglo XX (es decir, para los representantes revolucionarios de la II Internacional en el período entre la larga crisis de 1873-1895 y el comienzo de la primera crisis general de superproducción absoluta de capital que llegaría tras el reparto del mundo hasta entonces llevado a cabo), estaba claro:

1) que la crisis económica de la fase imperialista era diferente de las crisis cíclicas de la etapa preimperialista (la primera diferencia que saltaba a la vista era su duración, la segunda su carácter general, pues no solamente se trataba de una crisis económica, sino también política y cultural);

2) que quedaba todavía por explicar la causa y naturaleza de la crisis económica (que generaba producía una crisis política y una crisis cultural, por consiguiente una crisis general) de la sociedad capitalista en la fase imperialista;

3) que esta teoría de la crisis económica en la fase imperialista no se reducía a la teoría de las crisis cíclicas de la etapa preimperialista.

Rosa Luxemburgo dedicó a estos tres problemas una obra, La acumulación de capital; Bujarin los trató en El imperialismo y la acumulación de capital y Lenin se refirió a ellos a menudo. Y aunque no los abordó sistemáticamente y no les dedicó en particular ninguna obra, Lenin señaló claramente las nuevas características de la fase imperialista en el terreno económico (y en parte también en el terreno político y cultural). No obstante esto, Lenin no estaba de ninguna manera satisfecho de la comprensión que él mismo había alcanzado de las características de la fase imperialista del capitalismo: cosa que se pone de manifiesto claramente en su polémica con Bujarin durante la preparación del nuevo programa del Partido comunista (bolchevique) de Rusia y en la discusión del mismo en el VIII Congreso (véase el Informe sobre el programa del partido, 19 de marzo de 1919, vol. 29, Obras completas).

Estaba claro, pues, para todos ellos, que no se debía confundir la causa y naturaleza de la crisis económica de la fase imperialista con la causa y naturaleza de las crisis cíclicas del siglo XIX (explicadas por Marx exhaustivamente), que eran diferentes, al menos en algunos aspectos esenciales.


Notas:

19. Para la distinción entre la fase inferior del comunismo (o socialismo) y la fase superior, ver Marx, Crítica del programa de Gotha (1875).