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EiLE - Presentación / La Voce / Sumario


Saludo del (n)PCI a la Conferencia Mundial de las Mujeres
Caracas 4 - 8 marzo 2011
Llamado a contribuir a la lucha contra el Vaticano
 

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(La Voce del (nuovo)Partito comunista italiano, n° 37, marzo 2011)

 

El Vaticano es uno de los principales centros mundiales que promueven y organizan la guerra no declarada de exterminio que la burguesía imperialista conduce contra las masas populares en todos los rincones del mundo.

 

El nuevo Partido Comunista Italiano, heredero del PCI de Antonio Gramsci, saluda la Conferencia Mundial de las Mujeres y le desea un gran éxito.

La humanidad está experimentando un punto de inflexión en todo el mundo, un período revolucionario único. Entramos en la fase terminal de la segunda crisis general del capitalismo. El desarrollo de las actividades humanas que sigue en las relaciones sociales capitalistas, bajo la dirección de la burguesía imperialista, nos llevó en una crisis ambiental sin precedentes. Con la desaparición de lo que quedaba de los primeros países socialistas, particularmente de la Unión Soviética, se acabò el impulso que la primera ola de la revolución proletaria había dado al progreso de la humanidad. La burguesía imperialista defiende con uñas y dientes, con maniobras sofisticadas y armas cada vez más mortales, su sistema de relaciones sociales y las relaciones internacionales que nos llevan a la ruina. La burguesía imperialista llevó a la explotación y opresión de los seres humanos y al saqueo y a la devastación del medio ambiente a un nivel que, para sobrevivir, la humanidad debe poner fin a la dominación de la burguesía imperialista. Una nueva ola de la revolución proletaria es necesaria y urgente: establecerá nuevos sistemas sociales en cada país y un nuevo sistema de relaciones internacionales.

La especie humana es una especie inteligente y no dejará ahogarse por el sistema de relaciones sociales que ella misma ha creado a lo largo de los siglos: eliminará el sistema imperialista mundial, aislarà y pondrà fuera de combate a aquellos que insisten en imponerlo, establecerá el socialismo y iniciará un nuevo curso de la historia humana. Las mujeres sufren más que los hombres la explotación y la opresión del actual orden social. La nueva humanidad se forma solamente a través del concurso especial de las mujeres. En la humanidad que nace, las mujeres tendrán un papel muy diferente de lo que han tenido hasta ahora en la historia humana. Por eso el nuevo Partido Comunista Italiano ha apoyado la preparación de esta Conferencia y deseamos que tenga un gran éxito.

 

Una tarea importante y esencial que toda la humanidad, hombres y mujeres juntos, debe hacer para abrir una nueva etapa en su historia, es la eliminación del Vaticano y de la Iglesia Católica, de la red de sus agencias y sus funcionarios que como un pulpo venenoso con mil tentáculos abarca el mundo entero.

Para evitar dudas, la premisa de hacer de inmediato es que la eliminación del Vaticano y la Iglesia Católica no significa la eliminación de la religión.

El Vaticano y la Iglesia Católica no son la expresión única y esencial de la religión cristiana: son solamente un residuo en la época imperialista de una forma que la religión cristiana ha asumido durante la Edad Media europea.

Ellos son un tipo especial de Estado, un órgano jerárquicamente ordenado de organizaciones y agencias (ministerios, diócesis, parroquias, congregaciones, asociaciones, etc.) y funcionarios, una de las instituciones con las que la burguesía imperialista impone su voluntad sobre las clases explotadas y los pueblos oprimidos.

En cambio la religión cristiana, al igual que otras religiones, es una fe y una práctica individual y colectiva de los  hombres y mujeres, es parte de otro orden de cosas. El desarrollo entre los cristianos de las Comunidades de base, de la Teología de la Liberación y de muchas otras iniciativas en conflicto con el Vaticano y la jerarquía de la Iglesia Católica o que rechazan la dependencia jerárquica del Vaticano, de su Iglesia y su clero, es la confirmación práctica del hecho de que hoy día la religión cristiana tiene que ver con el Vaticano y la Iglesia católica sólo en el sentido que ellos explotan la religión cristiana, la fe de los creyentes, para cumplir sus metas y cumplir con su función de perpetuar el sistema imperialista mundial, el sistema de explotación y opresión de las clases explotadas y de los pueblos oprimidos.

Para nosotros italianos, el Vaticano y la Iglesia Católica es un enemigo mayor que para cualquier otro pueblo del mundo. Pero ellos se refieren a todos los países, los de Europa y América en cierto modo, los de África de otro y de manera diferente de nuevo los de Asia y de la ex Unión Soviética.

En Italia, la corte papal sigue siendo la única corte todavía reinante. De hecho, se ha convertido en el centro del estado de la burguesía imperialista italiana, después de que, gracias a la victoria sobre el fascismo en 1946, la clase obrera dirigida por el PCI eliminó la Corte de los Saboya.

 

Italia se convirtió en un estado unificado hace solamente 150 años: el Reino de Italia fue proclamado en 17 de marzo 1861. Hasta entonces, durante siglos, Italia se dividió en varios estados. Entre ellos nadie había logrado nunca dominar a los demás, porque uno de ellos era el estado del Papa. El Papa fue un rey que tenía ciertos poderes sobre todos los otros reyes de Europa y sus súbditos. Por tanto, no podría convertirse en el rey de un país particular, Italia, en el mismo sentido que lo hicieron los reyes de otros países. Por otra parte nadie pudo quitar su dominio particular en Italia, ya que este era un instrumento de su poder en el resto de Europa. Aunque más adelante de otros países europeos, Italia fue unificada, sin embargo, porque la burguesía italiana no podía prescindir de la unidad del Estado del país. Así sucedió en 1861 un compromiso para que las diez Cortes reinantes sancionadas por el Congreso de Viena (1815) al final de la era napoleónica (antes de que los estados eran aún más), sólo sobrevivieron dos. La Corte de Saboya fue eliminada en 1946 y se quedò solamente la Corte papal. Esta preside la vida política del país, que en algunos ámbitos también controla directamente a través de sus sucursales regionales, aunque oficialmente no tiene ninguna responsabilidad política.

Por lo tanto, se ha realizado aproximadamente hace 60 años, lo que fue uno de los proyectos de unificación del estado qué la burguesía habia desarollado y evaluado durante el período de preparación de la unificación del país. Los portavoces más conocidos y por otros motivos más influyentes de este proyecto que colocaba al Papa y su corte a la cabeza del Estado italiano unificado, fueron Pío IX (que reinó en el periodo1846-1878) y Vincenzo Gioberti (1801-1852).

El plan fue rechazado en última instancia, porque el Papado (el Papa y su Iglesia) no estaba dispuesto a renunciar a la pretensión, inaceptable para la burguesía, de ejercer el poder absoluto y universal que afirmaba que deriviese directamente de Dios.

En cambio el pudo ser tomado e implementado con algunos ajustes en la nueva situación creada por

1. el cambio de dirección hecho por el Vaticano que, mientras tanto, había establecido una relación de colaboración, en todo el mundo, entre la Iglesia Católica y el sistema imperialista mundial de la que hablaremos más adelante, y en Italia 2. de la derrota del fascismo, 3. de la gran fuerza alcanzada por el movimiento comunista, 4. del asentamiento político de l’imperialismo de EE.UU. en nuestro país.

El poder del Papa y su Iglesia es el corazón de la "anomalía italiana" que hace que sea difícil entender la lógica  de la historia de Italia y también la actualidad de nuestro país, por los extranjeros y por todo aquel que ignora la existencia del poder papal, que en efecto no existe oficialmente: de hecho, la solución institucional adoptada en 1946 hace uso de la ficción diplomática y jurídica introducida ya en 1929 por el fascismo, por lo que el Vaticano es un país extranjero en Italia y en Italia los miembros del clero no revisten cargadas políticas.

Pero, de hecho, la corte papal es el centro del Estado italiano. Así, en lo que respecta a Italia, es imposible de concebir y poner en práctica cualquier renovación efectiva del país, y mucho menos establecer el socialismo, sin eliminar el Vaticano y la Iglesia Católica. Todas las leyes y el ordenamiento que tenga importancia en Italia está sujeto a la aprobación del Vaticano. Los órganos políticos oficiales (constitucionales) se forman y actúan bajo la protección del Vaticano (así como del gobierno de los EE.UU.). Pero el Vaticano y la Iglesia Católica no son sólo una cuestión italiana. Se trata de una question internacional, mundial. Por eso, la cuestión se puso en la agenda del Forum de la Conferencia Mundial de las Mujeres. Por eso se requiere una movilización mundial para la eliminación del Vaticano y la Iglesia Católica. Aunque somos plenamente conscientes de que principalmente las masas italianas deben hacer el trabajo que también tiene una importancia mundial.

¿Por qué es un problema internacional? Ya hemos dicho que cuando Europa salió de la Edad Media, el Papa era un rey que tenia ciertos poderes sobre todos los otros reyes de Europa y sus súbditos. Esta situación se formó gradualmente en el curso de la historia vivida por los pueblos de Europa durante la Edad Media. PorPor las vicisitudes económicas y políticas de la época, el clero cristiano con el Papa a la cabeza, paso después de paso asumieron el papel de suprema institución política y civile entre los cristianos europeos y la Iglesia tomó finalmente la forma de una monarquía: una estructura jerárquica ramificada en toda la sociedad, que supervisó la vida social de toda Europa, con su centro en Roma, donde residía el Papa.

Cuando Europa entró en la época del Renacimiento y se formaron los Estados nacionales que todavía existen hoy en día, el Papa de Roma siguió ejerciendo en parte su poder universal y mantener en todos los países sus organismos y sus funcionarios, qué bien extendieron su rayo de acción también a los países fuera de Europa que las potencias europeas estaban sometiendo y colonizando. Los Estados nacionales que se formaron y fortalecieron en Europa, trataron de limitar el poder del Papa y lo lograron también, pero al mismo tiempo utilizaron al Papa y a su Iglesia para contener a los campesinos y otros sectores de las masas populares. Especialmente, los reyes utilizaronlos para consolidar y perpetuar los lazos de lealtad de los nobles y sus otros sujetos.

Al mismo tiempo, los Estados europeos se sirvieron de las Misiones Católicas para someter a los pueblos coloniales y romper su resistencia a la colonización.

Esta doble relación de lucha y de cooperación entre el Papado y la nueva clase dominante que prevaleció en Europa, la burguesía, ha dado un cambio en el siglo XIX, cuando a partir de l’Europa emergió un nuevo actor en la lucha política: el movimiento comunista.

El Papa y su Iglesia durante el reinado de León XIII (que reinó en el período 1878-1903) abandonaron el papel principalmente de antagonista en contra de la burguesía, aprovecharon de sus dificultades a hacer frente al movimiento comunista y contrataron con la burguesía un papel suyo en el nuevo sistema de Europa y del mundo. El resultado fue que tuvieron como línea principal de acción la colaboración con la burguesía para defender los intereses comunes de las clases dominantes contra el movimiento comunista, que perseguía la eliminación de la propiedad privada y de la división de la sociedad en clases, y pusieron al servicio de esta causa y le subordinaron los instrumentos de poder que habían heredado de la historia medieval.

 

Ellos se integraron en el sistema imperialista mundial, teniendo en él una función específica.

Desde entonces el Vaticano con su Iglesia se ha convertido en uno de los pilares principales, en todos los rincones del mundo, del sistema imperialista mundial.

Él respondió, con una habilidad y una gran cantidad de pragmatismo y oportunismo, no sólo a los conflictos entre las potencias imperialistas, sino también a las profundas heridas que periódicamente han dividido el sistema imperialista mundial (Primera y Segunda Guerra Mundial), llegando con cinismo sin escrúpulos a mantener buenas relaciones con ambos campos de la guerra y a salir ileso de los escombros del perdedor. Incluso salió ileso de una larga colaboración con el fascismo y el nazismo.

Desde cuando, al final de la Segunda Guerra Mundial, la burguesía imperialista de EE.UU. tomó la dirección del sistema imperialista mundial, el Vaticano y el gobierno de Washington han trabajado mano en la mano: la poderosa Iglesia Católica EE.UU dirigida por el Cardenal Spellman (arzibispo de New York 1939-1978) actuó como intermediario entre el Vaticano y el nuevo centro digente del sistema imperialista mundial.

Ellos han trabajado muy estrechamente no sólo en Europa, área tradicional de acción para el Vaticano, para evitar que el movimiento anti-fascista dirigido por los partidos comunistas terminase su ofensiva en Italia, en Francia y en otros países, pero incluso en países donde la Iglesia Católica tiene pocos seguidores, como Corea y Vietnam: aquí, también, los imperialistas de EE.UU. fueron capaces de establecer sus gobiernos títeres a través de la red que el Vaticano tenía en estos lugares y a través los políticos (respectivamente Syngman Rhee en 1945 y Ngo Dinh Diem en 1954) puestos a disposición para la Iglesia Católica.

La combinación de Karol Wojtyla (Juan Pablo II) y Ronald Reagan, que se gloriaron de haber dirigido en forma conjunta y ganado la "guerra contra el comunismo", representa fielmente el papel de los dos centros mondiales del sistema imperialista y su división del trabajo para la defensa a cualquier costo del orden mundial actual.

Como la demolición de la Administración de Washington es la tarea de la que es responsable principalmente el pueblo de los EE.UU., pero es una cuestión que concierne las masas populares de todo el mundo, así la eliminación del Vaticano es una tarea que debemos cuidar principalmente nosotros italianos, pero es cuestión que concierne las clases explotadas y los pueblos oprimidos de todo el mundo. De hecho son pocos, si hay, los países donde el Vaticano y la Iglesia no llegan con sus tentáculos, con su red de relaciones y dependencias y los funcionarios locales y donde no tejen sus tramas para defender el sistema imperialista mundial, incluyendo la movilización de las fuerzas reaccionarias locales.

 

Por eso hacemos un llamamiento a las fuerzas progresistas de todo el mundo para que nos apoyen en nuestra lucha contra el Vaticano y porque al mismo tiempo aprovechen los resultados de nuestra lucha para avanzar con éxito en su lucha.

Con la eliminación de sus apéndices y secciones locales, ellas reducen su poder en el centro, en Italia. Pero al mismo tiempo, debilitan las fuerzas del conservadorismo en su país. La lucha contra el Vaticano es una lucha común a todas las fuerzas progresistas de todo el mundo, como lo es la lucha contra el gobierno de los EE.UU. Las dos luchas son dos componentes y expresiones de la cooperación y del destino común que unen a las masas populares de todo el mundo, del internacionalismo proletario.

 

La primera elemental tarea común es desenmascarar y denunciar el papel que el Vaticano y su Iglesia tienen en  la defensa del orden social, en todos los ámbitos, en todos los países.

Es particularmente importante exponer y denunciar el Vaticano y su Iglesia. Ellos tratan de ocultar gran parte del papel nefasto que juegan contra las masas populares bajo el pretexto de la preocupación por el pueblo y para la salvación de sus almas o de la "lucha por la vida", justo ellos que son un importante pilar del sistema que condena al hambre, a la pobreza, a la exclusión, a la ignorancia, a el embrutecimiento y a la muerte millones de seres humanos. Del mismo modo, ocultan su gran riqueza financiera y inmobiliaria (terrenos y edificios) y su participación en el reparto del botín de la explotación y del saqueo imperialistas detrás de la pantalla de las obras de caridad y beneficencia.

El papel que el Vaticano y la Iglesia Católica llevó a cabo contra las mujeres es bastante bien conocido en el derecho al divorcio, derecho a la asistencia en caso de aborto, el derecho a la procreación consciente, el derecho a la educación sexual: o sea los derechos de las mujeres en el contexto de la relación de pareja. Meno conocida y reportada es la responsabilidad del Vaticano y de la Iglesia católica en la preservación del orden actual y entonces de la prostitución, de la explotación de los cuerpos de las mujeres, de la mercantilización de las mujeres, de la explotación económica especial y de otros sufrimientos horribles a los que este orden subyuga a las mujeres, mucho más que los hombres, y de la opresión masculina sobre las mujeres que este régimen mantiene, alimenta y perpetua para dividir a los explotados y oprimidos con el fin de mantener su vida.

Se debe seguir constantemente el criterio de que todas las personas e instituciones que tienen autoridad en el orden social actual, son responsables de su trabajo.

 

Tanto por lo que hacen para apoyarlo, alimentarlo, perpetuarlo y fomentar las masas populares a resignarse. Tanto por lo que no hacen: por qué no utilizan su propia autoridad para movilizar y unir a los explotados y oprimidos para acabar con el caos en el que las clases dominantes nos hundió y con la guerra fratricida que nos empuje, mientras que su autoridad y concepción del mundo que difunden sofoca la iniciativa y la rebelión de las masas populares.

La declaración de buenas intenciones y no utilizar con honestidad y sin reservas los medios que se tienen para movilizar a las masas para acabar con las desgracias que las afligen es hipocresía y es engaño.

Si esta Conferencia Mundial de las Mujeres nos ayudará a seguir adelante incluso en este ámbito, ella dará una importante contribución a la emancipación de la humanidad desde los lados oscuros de nuestro pasado y desde los tentáculos con los que el se atraganta con el presente.

Los capitalistas son la última especie sobreviviente de trogloditas de un pasado en que los hombres tenian que quitarse lo uno con el otro los alimentos. Ellos encarnan, perpetuan y imponen el espíritu, los costumbres y los sentimientos de una época en que no había suficiente comida para todos, en que era imposible tener para todos todo lo mejor que la humanidad ha desarrollado y producido.

Hoy en día, la humanidad tiene los medios y conocimientos para producir una abundancia de todos los bienes y servicios necesarios para que todos los seres humanos tengan una vida digna, aprovechen al máximo de su capacidad del patrimonio cultural de la humanidad y contribuan a enriquecerlo, participen en el diseño y en la gestión de la vida social y otras actividades que distinguen a la especie humana de otras especies animales. La furia maníacal con la que los capitalistas y los ricos han acumulado dinero y supeditando toda la vida de los pueblos a la acumulación de dinero, es la clara demostración de lo absurdo de la supervivencia de su orden  social.Ascolta

Trascrizione fonetica

 

Que esta Conferencia sea un paso adelante en la movilización de las mujeres por su emancipación de la doble opresión!

 

Que esta Conferencia sea una contribución a la emancipación de las clases explotadas y los pueblos oprimidos por el sistema imperialista mundial!

 

Que esta Conferencia sea una contribución a la segunda ola de la revolución proletaria que sigue adelante en todo el mundo!