EiLE
EiLE - Presentación
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Sumario
- La Voce
1917: Centenario de la gloriosa Revolución de Octubre, el cambio en la historia de la humanidad
23 de
setiembre de 2017
Las dos enseñanzas más
importantes de la Revolución de Octubre
Informe del CC del
(nuevo)PCI para
la October Revolution Centennial Conference
Amsterdam 23-24
de setiembre de 2017
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Queridas y queridos camaradas,
primero agradecemos las y los camaradas de FREN (Filipino Refugees in
the Netherlands), de ILPS (International League of Peoples' Struggle)
y de PRISMM (People's Resource for International Solidarity and Mass
Mobilization) que nos brindan la oportunidad de exponer a quienes
participan a esta conferencia las tesis de nuestro Partido sobre las
enseñanzas de la Revolución de Octubre.
Muchas son las enseñanzas importantes de la Revolución de Octubre,
de la construcción del socialismo hecha en la URSS después de la
conquista del poder en el 1917 y de la oleada de revoluciones y de
luchas que la actividad del partido bolchevique levantó en todo el
mundo en la primera parte del siglo pasado. Muchas son las enseñanzas
importantes también que nosotras y nosotros las y los comunistas
podemos y debemos extraer del agotamiento de la primera oleada de la
revolución proletaria en la segunda parte del siglo pasado, después
que en el 1956 los revisionistas modernos tomaron la ventaja en el
Partido comunista de la Unión Soviética (PCUS). Acreditamos que
entre aquellas enseñanzas las más importantes para nosotras y
nosotros las y los comunistas de un país imperialista son dos:
1. La revolución socialista presenta la forma de una guerra popular
revolucionaria prolongada promovida por el Partido comunista. El
Partido en el curso de la guerra se apalanca en las luchas
espontáneas de la clase obrera y de las otras clases explotadas y
oprimidas por la burguesía, las moviliza, organiza y dirige hasta
instaurar el socialismo (dictadura del proletariado, gestión pública
y planificada de la actividad económica, máxima promoción de la
participación de la clase obrera y de las otras clases ya explotadas
y oprimidas a la gestión de la vida social). La revolución
socialista no es un evento que se desata debido a las condiciones de
las masas populares que empeoran y debido a que su intolerancia y su
insatisfacción crecen; no es una insurrección de las masas
populares en el curso de la cual el partido comunista toma en sus
manos el gobierno del país; no es un evento espontáneo y menos aún
es una “revolución mundial” que se desata al mismo tiempo en
todo el mundo debido al catastrófico curso de los acontecimientos
que la burguesía impone a la humanidad. La combatividad de las masas
populares crece en la medida que por propia experiencia éstas
averíguan que el Partido comunista está a la altura para
dirigirlas. Si el Partido comunista persiste por mucho tiempo
dirigiendo de manera equivocada, paso a paso la combatividad de las
masas populares también se agota y el Partido comunista pierde la
hegemonía que había conquistado, se disgrega o cambia su
naturaleza.
2. El Partido comunista está a la altura de enrumbar en una justa
dirección a la clase obrera y las otras clases de las masas
populares sólo si ha asimilado el marxismo, lo aplica en las
condiciones concretas de su país y del contexto internacional y lo
desarrolla. La característica más importante del Partido comunista,
la base principal de su unidad y el factor principal que hace
victoriosa su actividad es la concepción comunista del mundo, la
ciencia de las actividades con las cuales las mujeres y los hombres
hacen su propia historia, la ciencia fundada por Marx y Engels y
desarrollada por los principales dirigentes del movimiento comunista
que también la han comprobada en la práctica de la primera oleada
de la revolución proletaria, en la primera parte del siglo pasado.
El partido comunista no es sólo la heróica organización de lucha,
la organización de los obreros de vanguardia en el promover las
luchas reivindicativas de su clase y de las otras clases de las masas
populares: el Partido es principalmente el Estado Mayor que promueve
y dirige la guerra popular revolucionaria que tiene como objetivo la
instauración de la dictadura del proletariado en su país y que
colabora con los partidos comunistas que promueven la revolución
socialista o la revolución de nueva democracia en los otros países.
Estas
tesis están expuestas de manera más detallada en el folleto
Los
cuatro temas principales a discutir en el movimiento comunista
internacional
y en nuestro
Manifiesto
Programa.
No pretendemos convencer aquí, con estas pocas palabras, las y los
camaradas que no lograron entenderlo todavía sobre la base de su
experiencia. Sólo decimos que quien perseguirá con constancia y sin
reservas en el renacimiento del movimiento comunista, tendrá que
llegar a estas conclusiones a que hemos llegado nosotras y nosotros y
colaboraremos en su aplicación.
Por
cierto, a algunas y algunos camaradas parecerá extraño que nosotras
y nosotros de la Revolución de Octubre y en general de la
experiencia victoriosa del partido de Lenin y de Stalin extraemos
justo estas dos enseñanzas, incluso como enseñanzas principales que
sintetizamos en el marxismo-leninismo-maoísmo, la ciencia
experimental con que guiamos nuestra actividad. Por supuesto otras
importantes enseñanzas se pueden extraer. Pero estas son las dos
principales y su necesidad e importancia es con facilidad entendida
por quien considera sobre la base sólida de la teoría marxista la
naturaleza y la historia de la sociedad humana y la naturaleza de la
revolución socialista. Estas dos enseñanzas de hecho continúan y
desarrollan en particular las enseñanzas relativas a la naturaleza
del partido comunista y de la revolución socialista expuestas en el
Manifiesto
del partido comunista
del 1848 y en la Introducción escrita en el 1895 por Engels al
folleto de Marx Lucha
de clases en Francia
1848-1850: pero con la autoridad que a estas enseñanzas confieren
las victorias obtenidas por los bolcheviques en Rusia.
Estas
son las enseñanzas que Lenin también indica e ilustra ya en El
extremismo, enfermedad infantil del comunismo
(abril mayo 1920). Él para ilustrar a los partidos comunistas las
enseñanzas universales de la revolución rusa empieza non
por la insurrección de Octubre de 1917 pero por el 1903, cuando el
bolchevismo surge “sobre el fundamento muy sólido de la teoría
marxista” que las y los comunistas tenían que llevar a la clase
obrera desde el externo de su experiencia inmediata (¿Que
hacer?,
1902) y más bien envía a los años precedentes de la lucha de
clases en Rusia. Entonces Lenin habla de una guerra popular
revolucionaria de larga duración también si no utiliza esta
expresión. Lenin indica como indispensables estas enseñanzas de la
revolución rusa a los partidos comunistas de los países europeos y
de los EE.UU. que en aquel entonces estaban formándose y que
derivaban de la II Internacional: o sea derivaban de partidos que por
décadas se limitaron en promover, aunque muchas veces con
determinación y sacrificios heroicos, reivindicaciones y en
participar a la lucha política en el ámbito de las instituciones de
la democracia burguesa y que al desatarse de la Primera Guerra
Mundial habían mostrado su impotencia como partidos revolucionarios.
En este escrito y en otras circunstancias Lenin reiteradamente
critica a los exponentes del ala izquierda de la II Internacional, de
donde provenían gran parte de los exponentes de los partidos
comunistas; argumenta que ellos profesan y aplican una caricatura del
marxismo, en lugar de utilizar el materialismo dialéctico como
método de análisis y como método de acción para promover la
revolución socialista en su país.
Las
dos enseñanzas que indicamos son las características fundamentales
de la revolución rusa que Lenin indica a los partidos comunistas de
los países europeos y de los EE.UU. como “algo de muy esencial de
su inevitable y no lejano porvenir”. Lenin continuará en repetir
estas enseñanzas hasta el IV Congreso de la Internacional Comunista
del 1922. Stalin las retomará en su nombre. Inútilmente, porque en
los países imperialistas ninguno de los partidos comunistas de la
Internacional Comunista, en gran mayoría heroicas organizaciones de
lucha, asimiló estas enseñanzas. El intento hecho por Antonio
Gramsci cuando la Internacional Comunista en el otoño de 1923 lo
puso a la dirección del Partido Comunista de Italia, de hacerlas
asimilar por el partido italiano se quedó aislado por completo y su
obra fue cortada por el fascismo que a final de 1926 lo encarceló
hasta la muerte. La falta de asimilación de estas fundamentales
enseñanzas llevó a los partidos comunistas de los países
imperialistas a ser incapaces de guiar la revolución hasta la
instauración del socialismo en los respectivos países en el curso
de la larga situación revolucionaria de la primera parte del siglo
pasado (como a los principios del siglo fueron incapaces los partidos
socialistas de la II Internacional) y permitió entonces a los
revisionistas modernos (Togliatti primero entre todos) de llevar la
ventaja. Este
fracaso también es
la contraprueba de la verdad de estas dos enseñanzas.
Nosotras y nosotros las y los comunistas en estos años llevamos la
tarea del renacimiento del movimiento comunista, cada uno en su
propio país y a nivel internacional. El catastrófico curso de los
acontecimientos impuesto en todo el mundo y sobre todos los terrenos
por la Comunidad Internacional de los grupos imperialistas europeos,
estadounidenses y sionistas confirma que la instauración del
socialismo es necesaria. El marxismo nos permite de ver los
presupuestos que la hace posible. Desde más de 150 años la historia
de la humanidad no depende más principalmente de la burguesía. La
burguesía se reduce a tratar de prolongar la vida de su sistema
social asfixiando, reprimiendo, disgregando y corrompiendo a los
partidos comunistas. La historia de la humanidad depende
principalmente de la clase obrera y de sus partidos comunistas. Son
entonces los límites del movimiento comunista consciente y
organizado la causa principal de los problemas que actualmente
afligen a la humanidad. Asimilar y aplicar, principalmente cada uno
en su país, las enseñanzas de la primera gran revolución
victoriosa, de la Revolución de Octubre, es nuestra tarea.
¡Entonces, adelante camaradas!
¡El futuro esta en nuestras manos!
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