_______________________________________________________________________________
Extraído de La
Voce n. 6 (novembre 2000)
Movimiento comunista internacional
A proposito de la revista La Gaceta y de la formacion de la fraccion Octubre del PCE(r)
La formación de la Fracción Octubre del Partido Comunista
de España (reconstituido) y la salida de la revista La Gaceta plantean con mayor urgencia un
viejo problema que no sólo afecta a los camaradas del PCE(r) sino a todos los
comunistas de los países imperialistas: la acumulación de fuerzas.
En nuestros
respectivos países la situación revolucionaria está en pleno desarrollo: la
crisis política se agrava cada día que pasa. Ni la burguesía imperialista puede
gobernar con los instrumentos del pasado ni las masas populares pueden vivir
como en el pasado. Por el contrario la recogida, formación y acumulación de
fuerzas revolucionarias se encuentra en una situación de estancamiento. La
clase obrera es todavía políticamente inexistente y no consigue ni siquiera
guiar a las masas populares en defensa de las conquistas sociales y de
bienestar arrancadas en otro tiempo.
La causa fundamental
de esto, a la que debemos asirnos para mover toda la cadena de las actividades
correspondientes a la recogida, formación y acumulación de fuerzas
revolucionarias en nuestros respectivos países, es la de que faltan partidos
comunistas adecuados a las tareas que la situación pone a la orden del día.
No se trata tan sólo de reconstruir partidos comunistas
tal como eran en otro tiempo. Empresa que, por lo demás, se intentó en los años
60 y se reveló imposible. Debemos recoger como un tesoro el patrimonio teórico y
de experiencia del movimiento comunista. La continuidad con el pasado es
esencial. Pero también debemos elaborar la experiencia pasada y presente del
movimiento comunista y de las masas populares de nuestros países. Esto es lo
nuevo de los partidos comunistas, lo que les pondrá a la altura de las tareas
del presente. En suma, ante la nueva oleada de la revolución mundial debemos
construir partidos marxistas-leninistas-maoístas.
No será un proceso
fácil, pues no existen soluciones disponibles de antemano, corroboradas
por la práctica. La acumulación de
fuerzas revolucionarias en los países imperialistas es una tarea nueva, sobre
la que no existen precedentes. Es preciso aplicar la ciencia existente y lograr
nuevas experiencias, intentándolo una y otra vez. Es inevitable que surjan
divergencias. Para realizar esta tarea es indispensable que entre los
comunistas, a nivel de toda Europa, de cada país y de cada organización y
partido, se desarrolle una confrontación franca, abierta y pública. Es necesario
que el régimen interno de cada partido combine el centralismo con la
democracia, la iniciativa política con la discusión, teniendo en cuenta las
tareas específicas de la fase, de forma que paralelamente se desarrollen las
ideas y se verifiquen en la práctica y que cada camarada y organismo aporte la
máxima contribución de la que sea capaz y avance de acuerdo con su capacidad.
No nos corresponde a
nosotros valorar las formas concretas del desarrollo de la lucha entre dos
líneas en otro partido, pero ella es un hecho objetivo. Por principio
(independencia de cada partido comunista) y por falta de un conocimiento
adecuado no entramos a enjuiciar ni el régimen interno del PCE(r), ni las
formas en las que se desarrolla la lucha ideológica entre líneas ni en las
líneas particulares. Pero los camaradas de la Fracción Octubre plantean
problemas de teoría revolucionaria, de carácter universal, que están de
actualidad y que tienen una gran importancia política. Ningún comunista puede
eludirlos. En efecto, sólo partidos dotados de una teoría revolucionaria pueden
desempeñar un papel de vanguardia.
El PCE(r) ha llevado
a cabo una lucha heroica, primero contra el franquismo y después contra los
gobiernos de la Reforma. Ha sabido evitar la trampa de la Reforma y ha formulado
la ley universal de que “no hay retorno del fascismo a la democracia burguesa”.
Esto supone, de hecho, una crítica a la línea adoptada por los partidos
comunistas en Europa occidental durante la segunda guerra mundial. De esta
manera el PCE(r) ha afirmado en la práctica algunos aspectos esenciales y
universales de la situación a la que todos los partidos comunistas deben hacer
frente en esta época. Por esto también la lucha entre líneas que se ha
producido abiertamente en su seno tiene alcance y repercusión internacionales.
Lejos de echarnos las
manos a la cabeza, saludamos con satisfacción el carácter abierto, franco y
público de la lucha, deseando que el partido en su conjunto la conduzca de tal
forma que sea fecunda. Ella beneficiará a todo el movimiento comunista y permitirá
al PCE(r) desarrollar a nivel europeo el cometido que le corresponde de acuerdo
con su rica experiencia revolucionaria.
______________________________________________________________________________
Comunicado de la CP del 2 abril de 2001
La AFAPP-ACPG ha
difundido con fecha 9 de marzo el Comunicado que adjuntamos.
A propósito de este
comunicado, la CP y la redacción de La
Voce declaran que las afirmaciones contenidas en el mismo y referidas a
ellas, son calumnias privadas de todo fundamento. Los autores del Comunicado
confirman solamente que no tratan las divergencias políticas e ideológicas
internas de su partido según los métodos propios del movimiento comunista: el
centralismo democrático y la lucha entre las dos líneas en el partido. Por el
contrario, se atienen a los métodos que los revisionistas modernos han impuesto
en los partidos comunistas, a partir de los años 50, consistentes en denigrar a
los adversarios, tratar de aislarlos, intentar imponer con métodos
intimidatorios y chantajes sus posiciones y ahogar el debate. Todos los
camaradas interesados pueden constatar por la prensa del PCE(r) y de su
Fracción Octubre las importantes divergencias de análisis y línea que existen
en el PCE(r). Algunas de ellas no
conciernen exclusivamente a la revolución socialista en España, sino que tienen
relevancia para todo el movimiento comunista internacional, por lo cual es
importante que todas las organizaciones y partidos comunistas se posicionen con
respecto a ellas con espíritu internacionalista. Por lo que a nosotros
respecta, lo hemos hecho ya en el n.6 de La
Voce (de ahí el furor de los autores del Comunicado) y a ellas volveremos a
referirnos en cuanto nos sea posible.
Con respecto a las
relaciones internacionales, el Comunicado de la AFAPP-ACPG adopta un método
basado en la arrogancia e imposición de sus opiniones mediante el chantaje: un
método que ninguna organización comunista puede aceptar.
Pedimos a todos los
compañeros que reciban este Comunicado de la CP, darle la misma difusión que
han dado al Comunicado de la AFAPP-ACPG.
*******
Documento
anexo
Comunicado de las AFAPP-ACPG de fecha 9
de marzo de 2001 (traducido del
italiano)
Queridos
Camaradas, a continuación os transmitimos un comunicado de las Afapp-Acpg,
rogándoos publicarlo (en el caso de que publiquéis algo en la prensa),
incorporarlo a la red y dar a conocer su contenido a cuantos más compañeros sea
posible. Verdaderamente la solidaridad de los italianos nos ha llegado y nos
llega cada día a raudales, pero estamos hartos de dejar que estos señores hagan
lo que les dé la gana a su placer, a
expensas de los prisioneros políticos españoles.
Fraternalmente,
las afapp-acpg
COMUNICADO
DE LAS AFAPP-ACPG
Se
nos ha informado que en la publicación La
Voce (marzo 2001, N° 7), en las páginas 58-59, se encuentra inserto un
comunicado de presunta solidaridad con el Partido comunista de España
(reconstituido).
Para
que no se cree confusión transcribimos a continuación parte de la carta escrita
con fecha 29 de enero de 2001 por el Secretario general del PCE(r), camarada
Manuel Pérez Martínez, "Arenas", que, con referencia a los señores
que publican dicho libelo y sus amigos, afirma: "Se trata de gente sin
principios y escrúpulos, que han tratado de estafarnos, nos han chantajeado y,
cuando se han dado cuenta de que no podían seguir haciéndolo, han proseguido su
labor contrarrevolucionaria contra el Partido utilizando nuestro nombre para
atacarlo mejor. Fingen “defender” a los presos, pero solamente lo hacen para
ganarse la confianza de la gente que simpatiza con nosotros y está con
nosotros”. "Es además necesario que quede totalmente claro que no tenemos
absolutamente nada en común con esa gentuza y que rechazamos cualquier tipo de
relación con quien tenga contactos con ellos".
Las
palabras del Secretario general del PCE(r) son confirmadas por el hecho de que,
en el momento de indicar a los lectotres italianos dónde enviar mensajes e-mail
de solidaridad, han proporcionado una dirección inexistente, intentando
inutilizar de este modo la solidaridad.
Prueba
ulterior de la falta de escrúpulos con los que esta gente utiliza el nombre
del PCE(r) es cuando (página 57)
afirman, hablando del militante comunista José María Sánchez Casas, que
"En el 98 participó en la Jornada Internacional del Revolucionario
Prisionero (JIRP) en algunas ciudades italianas a invitación de la ASP".
J.M.
Sánchez Casas NO ha participado nunca en ninguna JIRP y, en el curso de su
demasiado breve vida, tuvo la oportnidad de venir una sola vez a Italia, con
ocasión de la apertura de algunas exposiciones en las que expuso sus obras
(dicembre 1998).
Quien
se proponga solidarizarse verdaderamente con el PCE(r) y sus presos puede dirigir la correspondencia a esta dirección
electrónica: afapp@libero.it. La
corrispondenza ordinaria puede ser enviada a: AFAPP - MBE 141 - Via dei Mille,
40 - 00185 ROMA.
______________________________________________________________________________
Comunicado
de la CP del 8 de abril de 2001
La calumnia como arma de la lucha política
(Sobre
las mentiras y calumnias difundidas por Arenas y algunos otros representantes
del PCE(r)
contra
nosotros)
La
calumnia y la mentira son armas de la lucha política en cada país. Es preciso
tenerlo en cuenta. Ninguna prédica podrá cambiar la situación. Las mismas
prédicas contra la calumnia y la mentira en boca de los políticos burgueses no
son más que hipocresía. La calumnia y la
mentira han sido elevadas a arte y técnica específicas, se han convertido en
una rama de la actividad económica y en una profesión. Es un hecho que
observamos cada día y las campañas electorales son una manifestación
concentrada del nivel, de la finura y desenfreno alcanzados por los partidos y
políticos burgueses en construir mentiras y esparcir calumnias contra sus
adversarios.
La
calumnia y la mentira no sirven para engañar al adversario. Este conoce los
hechos. Sirven para engañar a las masas, para debilitar el apoyo de las masas
al adversario y para reforzar el apoyo de las masas al calumniador y mentiroso.
Cuanto más importantes son en un país las masas y su consenso o al menos su
pasividad y resignación para que la clase dominante pueda gobernar y defender
sus intereses, mayor es la perfección y la pericia alcanzadas por la burguesía
en la fabricación de mentiras, en la invención de acontecimientos que nunca han
tenido lugar, en la difusión de calumnias. Cuanto más “democrático” (en el
sentido burgués del término) es un país, tanto más está desarrollado este campo
de la actividad política, mayores son los recursos económicos destinados al
mismo, mayor desarrollo tienen la investigación científica y la aplicación de
los métodos e instrumentos más refinados de la ciencia, de la técnica y de la
cultura. Por esto los EEUU de América son desde hace cien años a esta parte la
Meca de la mentira y de la calumnia aplicadas a la política y la Universidad
mundial de esta nueva rama de la actividad humana. Los burgueses de otros
países imitan a los EEUU y los profesores y profesionales americanos de este
arte son invitados y pagados en cada país burgués. Rutelli y Berlusconi siguen
la práctica corriente. Es más, “régimen democrático” (en la publicística de la
burguesía y de los grupos culturalmente acreedores de ella) se ha convertido ya
en sinónimo de régimen en el que esta nueva técnica política puede ser empleada
libremente por quien tiene el dinero y la influencia social necesarios para
utilizarla. Es precisamente desde este punto de vista que, por ejemplo, las
recientes elecciones en Serbia han sido democráticas.
Así
pues, la calumnia y la mentira son armas de las que no puede prescindir ningún
político burgués. Si afirma no recurrir a ellas, buscad bien y encontraréis que
su afirmación es otra mentira. En una sociedad en la que el robo es corriente, hurtar
la confianza y parecer honestos son un arma para robar mejor.
Nosotros
comunistas somos promotores y organizadores de la movilización de las masas
populares en la guerra que la burguesía imperialista lleva a cabo contra ellas.
Como en cada guerra, se plantea ante nosotros la cuestión: ¿las armas utilizadas contra nosotros por nuestro adversario, son también armas
eficaces en nuestras manos si las utilizamos contra él?
La
burguesía imperialista practica también el exterminio de las poblaciones civiles.
Los imperialistas ponen a punto armas de destrucción masiva cada vez más
potentes, los imperialistas anglosajones han utilizado corrientemente desde la
II Guerra Mundial los bombardeos intensivos de las ciudades y la bomba atómica,
los sionistas israelíes utilizan en Palestina sistemáticamente las represalias
contra la población civil. ¿Son también eficaces estas armas de guerra en manos
de los comunistas? En general no. Nuestra estrategia bélica es la movilización
de las clases oprimidas contra la burguesía imperialista y la historia ha
demostrado que con esta arma podemos vencer a la burguesía imperialista:
Vietnam es un ejemplo clarísimo. Los revisionistas modernos arrastraron a los
países socialistas a una competición con el imperialismo de EEUU para ver quién
construía armas de destrucción masiva más potentes, antes que poner el acento
en la movilización revolucionaria de las masas populares de los países
imperialistas de América y Europa: pero así han llevado al movimiento comunista
a la derrota.
La
mentira y la calumnia son armas eficaces en manos de la burguesía, pero no en
nuestras manos. Por tanto, los comunistas no las utilizamos. Esto no lo hacemos
por ese moralismo hipócritamente predicado por los enredadores y calumniadores
burgueses más encallecidos, expertos y astutos. Si no por una razón práctica y
por cada uno comprendida, que la confianza de las masas es para los comunistas
el arma fundamental para la victoria. La confianza de las masas populares es
para nosotros lo que el dinero para la burguesía. Nuestro poder social se
fundamenta en definitiva sobre ella. Debemos poner a las masas populares en
condiciones de aprender por su misma experiencia que los comunistas decimos
siempre la verdad (cosa que no siempre es simple ni fácil: véase a este
respecto a B. Brecht, Cinco dificultades para quien escribe la
verdad, 1935) y que, si a veces decimos cosas que no son verdad, es porque
ni siquiera nosotros mismos la
conocemos, nos equivocamos de buena fe y estamos prestos a reconocerlo en
cuanto nos demos cuenta de ello. Los revisionistas modernos han sido expresión
de la influencia de la burguesía en el movimiento comunista. En los más
variados campos remedaban a la burguesía e imponían los métodos y concepciones
de ésta. Ellos han introducido en el movimiento comunista la calumnia y la
mentira como armas de la lucha política: con los resultados que hemos visto.
Nosotros comunistas, promotores del renacimiento del movimiento comunista,
estamos creando nuevos partidos comunistas, debemos extirpar esta mala planta
revisionista de nuestras filas, aunque al comienzo esto parezca dañarnos en la
lucha contra la burguesía y contra quien en las filas del movimiento comunista
continúa siguiendo las lecciones de los revisionistas, porque la mentira y la
calumnia son armas eficaces. El oportunismo consiste en sustancia en sacrificar
los objetivos estratégicos de la clase obrera y del comunismo en aras de
algunas ventajas inmediatas y limitadas a grupos e individuos. Mostraríamos,
pues, una clara manifestación de oportunismo si recurriésemos al método de
oponer mentiras y calumnias a las mentiras y calumnias lanzadas contra nosotros
por nuestros enemigos burgueses y por nuestros adversarios semi-revisionistas.
Por obtener, como individuos o como grupo, cualquier ventaja inmediata sobre
los burgueses o sobre los seguidores de los revisionistas en nuestras filas,
sacrificaríamos la posibilidad de la victoria de la revolución socialista y de
la lucha por el comunismo – que está ligada por su misma naturaleza a la confianza
de las masas populares en los comunistas y a la movilización directa de las
masas populares que depende de la primera.
La
actitud de los comunistas frente a las mentiras y calumnias, que los burgueses
y sus seguidores revisionistas en nuestras filas practican inevitable y
sistemáticamente, se resume en tres puntos simples y claros:
1.
no las practicamos,
2.
no las tememos,
3.
las combatimos.
Hemos
ya explicado los motivos por los que no las practicamos. ¿Por qué no las
tememos? Porque a la hora de crear conciencia entre las masas populares y
determinar a largo plazo su comportamiento, la experiencia práctica es más
importante que la propaganda. Por muy refinadas y científicas que sean la
fabricación de mentiras y la difusión de calumnias, chocan contra la
experiencia práctica de las masas. Mientras tanto nuestra propaganda de la verdad y nuestras
indicaciones pueden apoyarse plenamente en la experiencia práctica de las
masas. No hay propaganda de un régimen, no hay condicionamiento de la
conciencia de las masas por parte de la clase dominante que no entre en
contradicción con la experiencia práctica que las masas tienen de su opresión.
Por consiguiente, aunque por lo que respecta nuestra propaganda (sobre todo
inicialmente) disponemos de medios menores, podemos hacer frente con éxito a la
propaganda burguesa, porque nos basamos en la experiencia práctica de las masas
populares. Los fascistas, nazis, revisionistas, curas católicos: he aquí la
gente que ha utilizado a gran escala en su propaganda la mentira y la calumnia:
pero no por esto se han salvado. También los imperialistas americanos utilizan
mentiras y calumnias a gran escala, con arte refinado y con grandes medios a
pesar de que en cada rincón del mundo se incrementa la movilización contra los
imperialistas americanos. Por consiguiente, no tenemos motivos para temer las
mentiras y calumnias como si no pudiéramos recurrir a ellas.
Detengámonos
ahora un momento sobre el tercer punto: las combatimos. ¿Por qué las
combatimos? Los burgueses y revisionistas utilizan mentiras y calumnias no
porque sean malvados, sino porque las mentiras y calumnias son armas eficaces.
Si no fueran eficaces, no las utilizarían. Son eficaces porque debilitan el
apoyo de las masas a nuestra causa y lo desvían. Por consiguiente, en cada
batalla concreta pueden desplazar la victoria de un campo a otro. Ahora no
podemos ganar la guerra contra la burguesía imperialista en la que estamos
empeñados, si perdemos todas las batallas aisladas. Debemos, pues, combatir con
particular vigor y precisión las mentiras inventadas y las calumnias esparcidas
por los compañeros pertenecientes a nuestras filas y que todavía siguen los
métodos que los revisionistas modernos han impuesto en el movimiento comunista
a partir de los años 50. En efecto, son armas particularmente eficaces y
peligrosas. Porque no sólo a las masas, sino hasta nosotros mismos nos resulta
difícil aceptar el hecho de que personas, que por otra parte han hecho, hacen y
probablemente todavía harán también cosas loables (aunque con estos métodos no
llegarán muy lejos) inventen de arriba abajo mentiras y calumnias para denigrar
y aislar a camaradas. No es fácil para nuestros compañeros admitir que las
calumnias son calumnias cuando son proferidas por personas por otra parte estimadas
o por personas que están en manos del enemigo, como es el caso de Arenas desde
el pasado 8 de noviembre. Por consiguiente sus mentiras y calumnias encuentran
eco, son creídas o al menos siembran la duda en nuestras filas y entre las
masas. Es obvio que es particularmente grave y vergonzoso por parte de estos
mentirosos y calumniadores protegerse tras el prestigio adquirido por su
organización o tras la obligada solidaridad que las masas y camaradas dan a los
prisioneros, para hacer creíbles mentiras y calumnias. Por esto debemos
combatir sin vacilación las mentiras y calumnias, tanto más cuanto más difícil
es para quien las escucha hacerse una opinión propia acerca de ellas.
No
siempre es fácil desenmascarar de inmediato cada mentira o calumnia. A veces
quien miente y calumnia se refiere a episodios que el público no conoce
directamente. No siempre es posible a los directamente interesados exponer los
detalles: sería proseguir y agravar la obra de delación realizada por los
calumniadores y mentirosos, sería violar la compartimentación y los criterios y
reglas de clandestinidad. A veces contando también detalles, pondremos
solamente al público en la alternativa de creer por acto de fe en nuestra
versión o en la de los calumniadores, porque de todos modos no habría en su
experiencia directa elementos para tomar una decisión con autonomía. Somos
contrarios a poner a las masas y camaradas ante una situación de ese tipo, de
tener que hacer actos de fe y dividirse. En estos casos debemos desmentir clara
y públicamente las mentiras y calumnias y llevar a cabo una lucha a largo plazo
para desenmascarar a los artífices de mentiras y a los propagadores de
calumnias: antes o después cada compañero o persona que oye hoy sus mentiras
contra nosotros y no tiene elementos propios para saber dónde está la verdad,
descubrirá que los mentirosos y calumniadores de hoy mienten también sobre las
cosas de las que cada uno de ellos tiene conocimiento directo, descubrirá que
usan la mentira como arma de lucha política en campos en los que él mismo tiene
experiencia directa.
Pero
una vez que nos es posible reclamar la atención de nuestros camaradas y de las
masas populares sobre hechos conocidos por ellos y de los que pueden tener
conocimiento directo que desenmascaran a los mentirosos y calumniadores, es
nuestro deber revolucionario hacerlo y no conceder tregua, tanto más por cuanto
se trata de desenmascarar a mentirosos y calumniadores que se amparan tras los
méritos de la organización a la que pertenecen y tras la solidaridad de las
masas populares y de los camaradas hacia los revolucionarios presos. Haremos un mal servicio a la causa por la que
también ellos combaten (o dicen combatir: en ambos casos abusan de todas formas
de la causa del comunismo) si en nombre de sus méritos aceptásemos y diésemos
vía libre a sus fechorías, si en nombre de la solidaridad con ellos
arruinásemos nuestra causa. La solidaridad con los camaradas prisioneros, no
está por encima de la defensa de nuestra causa, de la acumulación de fuerzas
revolucionarias y del reforzamiento de las posiciones del comunismo contra la
burguesía, sino que es solamente un aspecto y una parte de ello. Actuar de otra
forma, concebir la solidaridad de forma unilateral, supondría transformar una contradicción no antagónica
entre nosotros y los calumniadores, interna a nuestro movimiento, en
colaboración con la burguesía y, por consiguiente, en una contradicción
antagónica entre nosotros y las masas populares
Es por las razones que hasta aquí hemos expuesto
analíticamente por lo que desmentimos las “noticias” difundidas por Arenas y la
prensa del PCE(r) y de las AFAPP con respecto a las relaciones entre nosotros y
el PCE(r) como mentiras y calumnias carentes de todo fundamento (como hemos ya
declarado en nuestro breve Comunicado del
2 de abril del 2001).
De
algunas de estas noticias completamente inventadas nuestros camaradas y lectores se darán cuenta en el curso del
tiempo o bien reflexionando sobre el conjunto de los aspectos de la situación.
En efecto debe ya alarmarles ahora, en relación a la fiabilidad de los autores
y difusores de estas "noticias", el hecho de que, mientras éstos
se prodigan en “noticias” y
alusiones difamatorias e insultos, ya sea contra nosotros o contra los
miembros de su mismo partido, no afronten abiertamente las divergencias de
concepción, análisis, método y línea política que sin embargo todos los
lectores de la prensa del PCE(r) (Resistencia
y Antorcha) y de su Fracción Octubre
(La Gaceta) pueden comprobar que
existen en sus filas. En cuanto a las divergencias ideológicas y políticas
entre nosotros y el PCE(r), son numerosas y conocidas desde hace tiempo por
todos los revolucionarios que siguen la prensa de ambas organizaciones. La
polémica sobre la teoría de la crisis de superproducción absoluta de capital ha
sido llevada a cabo a su tiempo abiertamente también en la prensa (en los
periódicos Rapporti Sociali y Resistencia y en el libro La segunda crisis general del capitalismo);
cada camarada puede darse cuenta y hacerse una idea bien acerca de las
respectivas posiciones, bien acerca del método seguido a la hora de
sostenerlas. Debe alarmarles también el hecho de que las “revelaciones”
difamatorias contra nosotros hayan salido a la luz después que el
enfrentamiento ideológico y político dentro del PCE(r) desembocase en la
formación de la Fracción Octubre, es decir, como consecuencia de una
contradicción interna que Arenas no quiere reconocer y que pretende tratar
denigrando y aislando a miembros y dirigentes del PCE(r). Antes se hablaba de
nosotros en la prensa del PCE(r) de forma diferente (Resistencia n. 45). El mismo cambio brusco se observa también con
respecto a los CARC, cuyas publicaciones han sido antes citadas favorablemente muchas veces en la prensa del PCE(r), como cualquiera puede constatar hojeándola.
Existen,
sin embargo, cuatro cuestiones sobre las que podemos indicar a nuestros
lectores cómo verificar directamente las cosas:
1.
La cuestión de la campaña electoral en Italia.
En
el n. 5 de La Voce (julio 2000)
criticamos la tendencia a “refugiarse tras enunciaciones de principios sin
afrontar el análisis concreto de las condiciones concretas del renacimiento del
movimiento comunista y en particular de la acumulación de fuerzas
revolucionarias en los países imperialistas en esta fase”. Así mismo criticamos
a los camaradas que atribuyen a las condiciones objetivas la responsabilidad de
su persistente y hasta creciente aislamiento de las masas; aislamiento que, por
el contrario, se deriva de la táctica errónea seguida, embellecida con esas vacuas enunciaciones de
principios y que hacen cuadrar con la
realidad por medio de fantasías (como, por ejemplo, los diez millones de
trabajadores que boicotean al régimen español inventados por los redactores de Resistencia n.48 tras las elecciones generales
españolas del 2000). Justamente también
Arenas se ha sentido concernido por estas críticas. Pero, en vez de afrontarlas
clara y directamente, en el n. 53 de Resistencia, las liquida declarando:
“... hoy las cosas están muchísimo más claras [sobre nuestra
verdadera naturaleza, desde el momento en el que hemos osado criticarlo]... en
el último número [el n. 6] de su revista La
Voce revelan su plan de ‘constituir el Frente para la reconstrucción del
partido comunista que participe en las elecciones generales del 2001’!” (Pág.
41). Tengamos ahora en cuenta que Arenas en 1996 ha dirigido las negociaciones
entre el PCE(r) y el gobierno de Aznar que habrían debido conducir a éste nada
menos que a democratizar el régimen político español. Igualmente hay que
recordar que tanto en las elecciones del País Vasco de octubre de 1998, como en
las elecciones europeas de junio de 1999 (en tanto estaban en curso les
negociaciones entre ETA y el gobierno de Aznar), el PCE(r) participó en la
campaña electoral dando incluso la consigna de votar por la coalición electoral
independentista vasca Euskal Herritarrok. Es pues evidente cuánto hay de
demagogia en la actual indignación de Arenas por nuestra táctica que, según él,
sería tan contraria a los principios que eximen de considerar las condiciones
concretas en las que en Italia llevamos a cabo la lucha por la reconstrucción
del partido. Por lo demás, él mismo, en el informe presentado al IV congreso
del PCE(r), (precisamente en el pasaje recogido en la ya citada página 41 de Resistencia n. 53), sostiene que en la
táctica es preciso mantener la máxima libertad. Clara confirmación de cómo un
buen principio repetido de memoria como un versículo de la Biblia puede darse
la mano con las posiciones más erróneas, en el caso de camaradas que no
utilizan los principios para hacer el análisis concreto de la situación
concreta.
2.
En el comunicado emitido en nombre de la AFAPP-ACPG, con fecha 9 de Marzo de
2001 se afirma que en La Voce n. 7 “a
la hora de señalar a los lectores italianos donde enviar mensajes e.mail de
solidaridad, se ha proporcionado una dirección inexistente, tratando de
inutilizar de esta forma la solidaridad”. Ahora cualquiera puede constatar que La Voce ha dado la dirección de la AFAPP
AC3205 01080 Gasteiz, tel-fax 0034-45-138875, e.mail AFAPP@POST.COM,
exactamente la que aparece en los números 15 (otoño 99) y 16 (primavera 2000)
del boletín A La Calle de las
AFAPP-ACPG-CPPL, los últimos números de los que disponíamos.
3.
En el mismo comunicado de las AFAPP-ACPG se dice que nosotros habríamos mentido
a propósito de la visita realizada a Italia por el camarada y artista Sánchez
Casas a invitación de la ASP [Ndt: Asociación de Solidaridad Proletaria] en
1998. Todos los camaradas de Roma y Nápoles que han participado en las
exposiciones de Sánchez Casas, en diciembre de 1998, saben que estaban
promovidas por la ASP y que el tema de las conferencias que tuvieron lugar
durante las exposiciones fue la solidaridad con los revolucionarios presos. Es
verdad que no se trataba de manifestaciones que entrasen en el marco de la GIRP
[Ndt: Jornada Internacional del Revolucionario Prisionero] de 1998 como
erróneamente ha escrito La Voce. Pero
cada uno puede constatar que esto no cambia sustancialmente cuanto se ha dicho
en La
Voce n. 7 pág. 57.
4.
El chantaje como método de convicción. El ya citado comunicado de las
AFAPP-ACPG muestra por sí mismo cuál es el método empleado por nuestros
calumniadores en las relaciones internacionales: no será difícil para quien
quiera verlo sacar experiencia directa de ello.
Conclusión
La
lucha por liberar al movimiento comunista del revisionismo moderno es compleja
porque el revisionismo ha afectado profundamente durante mucho tiempo al
movimiento comunista y lo ha corrompido ampliamente. Este no resurge como algo
totalmente nuevo en todos los planos, prescindiendo de camaradas, organismos y
experiencias del viejo movimiento comunista en el que el revisionismo y el
comunismo, como ala derecha y ala izquierda, han estado durante mucho tiempo profundamente
imbricados. La lucha contra el revisionismo moderno no se lleva a cabo
solamente contra organismos e individuos que se proclaman revisionistas: si así
fuese, esta lucha estaría ya en gran parte concluida en nuestro país dada la
desaparición de gran parte de los grupos y partidos declaradamente
revisionistas. Es principalmente una lucha contra todo lo que queda del
revisionismo moderno y que se arrastra todavía en nuestras filas. Por esto la
labor mentirosa y calumniosa emprendida por Arenas y otros exponentes del
PCE(r) no es, a nuestro parecer, algo que nos afecta solamente a nosotros ni
una fechoría circunscrita e irrepetible sobre la que callar “por amor
patrio”: es un episodio de la lucha
entre la línea revisionista y la línea
comunista y como tal concierne a todos los que están empeñados en el
renacimiento del movimiento comunista.
Camaradas,
abajo la mentira y la calumnia como armas de la lucha política en nuestras
filas. Seamos dignos y conquistemos la confianza de las masas populares. La
confianza de las masas populares en los partidos comunistas, construida y
cimentada por su experiencia directa, es nuestra gran arma para la victoria de
la causa del comunismo.